Sistemas Políticos

Los Sistemas Políticos deberían basarse en la concepción de “como es” el hombre, y no el falso presupuesto del “como debería ser” el hombre.

El ser humano es virtuoso de por sí. Lo que hay que hacer, es diseñar un sistema que lo contenga y que al mismo tiempo favorezca el libre desarrollo de su virtuosismo. Un sistema que entienda y acepte que en el ser humano conviven al mismo tiempo sus virtudes y sus defectos. No existe el ser humano puro o perfecto.

El desafío es lograr un sistema en el cual el interes individual redunde al mismo tiempo en un beneficio para la sociedad en su conjunto.

Los demagogos sistemas socialistas, suenan muy lindos desde la teoría, pero siempre fallaron y lo seguiran haciendo, justamente por no entender la naturaleza del ser humano. No tienen en cuenta aspectos como la avaricia, la envidia, la pereza o el egoismo que en mayor o menor medida son parte de nuestro ser.

Los sistemas políticos deberían perseguir el respeto por los derechos individuales, el respeto a la vida, el respeto a la libertad, el respeto a la propiedad privada, y el respeto a la búsqueda de la propia felicidad.

Pretender que el ser humano sea puro y actúe pensando en los demás por sobre si mismo, es como queres ir contra la ley de gravedad.

Dijo David Hume: “Si los hombres fueran generosos y la naturaleza pródiga, la justicia no tendría razón de ser…".

Con la excusa de los “Derechos Humanos” o "Voluntad de las Mayorías", se terminan violando los “Derechos Individuales”. Pero esto no significa que ambos sean antónimos, ni mucho menos. Respetando los derechos individuales es que se va a llegar al respeto de derechos humanos y a la voluntad de la mayoría. Pero nunca utilizar lo segundo como excusa para violar lo primero. Cuando por el contrario se considera éticamente que los intereses privados son contrarios al interés general, lo que prevalece es el interés privado de los gobernantes que forman los gobiernos.

La "voluntad de las mayorías" nunca debe servir como excusa para vulnerar "derechos individuales" de las personas.

Hay dos grandes falacias que son muy utilizadas para violar los derechos individuales: 1) “es derecho del hombre que la sociedad le provea la felicidad que él no es capaz de proveerse a sí mismo”, o 2) “toda persona tiene el derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a él y a su familia salud, vivienda, la asistencia médica…”. De esta gran mentira; resulta el socialismo, que es la denominación dada por el Iluminismo a la demagogia.